En todo nuestro México hay muchos Pueblos Mágicos, que son la sede central de la administración de un territorio Municipal, en el que se agrupan un vasto paisaje según la región, y en este paisaje, una buena cantidad de pequeñas poblaciones que albergan a comunidades. La mayoría de estas comunidades son conformadas por población, que aún preservan con orgullo su cultura con rasgos costumbristas de antes del contacto con la cultura occidental, a la llegada en 1492 de los españoles. Esto nos permite que, al conocer a estas comunidades, podamos tener contacto directo con rasgos culturales de más de 500 años de antigüedad. Tener contacto con la preservación de estas culturas, es toda una experiencia digna de vivir para nacionales y extranjeros.
Hablar de la preservación de las Culturas Originales en México, es ubicar al tema en dos contextos muy claros: un primer contexto general y común a todo el territorio Mexicano, e incluso común en sus orígenes históricos, con toda la América Latina; y un segundo contexto muy específico, al territorio ocupado por el Municipio de cada Pueblo Mágico y ya muy enfocado a la actualidad de la sociedad y su interacción cotidiana.
Para entender a la preservación de la cultura dentro del primer contexto general, es importante tener algunos antecedentes históricos de la llegada de los españoles y entender su repercusión con un enfoque actual. Un antecedente importante, es el que se genera a la llegada de Hernán Cortés a las costas de lo que actualmente es el territorio mexicano, en donde él se encuentra con otros españoles, sobrevivientes de una expedición anterior. Gracias a los años que ya llevaban en estas nuevas tierras estos españoles, Hernán Cortés pudo entender la magnitud de la empresa que le esperaba y así pudo empezar a trazar la estrategia que al final le llevó a buen término de esta hazaña histórica.
Una parte fundamental de esta estrategia de Cortés (y sin que él lo supiera, también fue fundamental para la actual preservación cultural) fueron las alianzas y pactos políticos que sostuvo con los diferentes grupos étnicos, antes de su encuentro final con el imperio Azteca de la gran Tenochtitlan. El hecho de que, al saber que sus cerca de 500 hombres, no serían suficientes, le hizo determinar que entonces sería necesario hacer alianzas con los diferentes pueblos que iría encontrando a su paso, como los Mayas, los Totonacas y los mayormente mencionados Tlaxcaltecas. Como estos grupos étnicos eran como un pequeño estado con una estructura de gobierno independiente, con cada uno fue estableciendo un pacto diferente con acuerdos políticos diferentes entre sí, pero con un rasgo común: cada pequeño estado pedía conservar su propia soberanía y pedían que está fuera respetada por el recién llegado grupo comandado por Cortés y por cualquier otro grupo de españoles que llegará en un futuro. En ese momento, pocas opciones tenía Cortés, por lo que fue aceptando estos acuerdos que permitieron dos cosas muy importantes: que nacieran las diferentes “Repúblicas de Indios” (Término usado en ese entonces y durante la Colonia) y que estas fueran aliadas al pequeño grupo de españoles. Así pues, al consumarse la caída del Imperio Azteca, acaecido por la unión de las estrategias de Cortés y las fuerzas humanas otorgadas por las alianzas con los diferentes pueblos; Cortés tuvo la oportunidad de crear la “República de Españoles” para seguir consolidando su ambiciosa empresa y para manejar de mejor manera los diferentes acuerdos con las nuevas “Repúblicas de Indios”.
Si bien, aún queda mucho por seguir explicando en el hito histórico, de cómo fue evolucionando la interacción política, religiosa, cultural y de costumbres; entre la República de Españoles y las diferentes Repúblicas de Indios y cómo se transformaron de la Época Colonial, al México Independiente y al final en el México actual; en el tema que nos interesa, que es el de la Preservación de las Culturas Originales, los hechos históricos descritos hasta este momento nos permiten entender, que la clave fue el respeto solicitado por los diferentes Pueblos Originales, en los primeros pactos con Hernán Cortés, permitiendo así la preservación de sus costumbres.
Pasamos entonces al segundo contexto, el cual nos lleva al enfoque actual. Para esto, tomemos que ubicar el caso específico de cada Pueblo Mágico, conociendo la referencia de los antecedentes históricos de cuáles pueblos fueron de fundación española, para vivienda y administración de personas y asuntos mayormente españoles; y cuáles pueblos ya eran sede de asentamientos previos a la llegada de los españoles y que la vivienda y administración era mayormente para asuntos propios de los Pueblos Originales. La evolución de la administración territorial de cada Pueblo Mágico, dio en algunos casos la actual conformación del Municipio, con su cabecera asentada en un pueblo de fundación española y quedando dentro de su territorio otras comunidades de pueblos fundados por los antiguos y ya desaparecidos Señoríos Originales.
Así, en la actualidad nos encontraremos que la población que habita en las Cabeceras Municipales, es en su gran mayoría de rasgos mestizo-criollos, conservándose, aún, rasgos algo europeos. También nos encontramos, que se vive ya en una cultura mestiza, mayormente con influencia occidental. En contraste, hacia las comunidades al interior del territorio Municipal, estas características se invierten notablemente, con personas de rasgos más puros, notoriamente de los Pueblos Originales y con costumbres con un menor grado de mestizaje, conservando las tradiciones antiguas. Esto permite una rica expresión cultural en el costumbrismo de cada Pueblo. Por ejemplo; desde la época Colonial, se establecieron días específicos dedicados al comercio entre la cabecera y las comunidades de los alrededores. Esta costumbre sigue intacta en la mayoría, por lo que actualmente, en esos días se pueden ver personas con su atuendo tradicional, que muy poco ha cambiado desde hace más de 500 años, vendiendo sus cosechas de productos tradicionales en el mercado local de cada Pueblo Mágico. Otra costumbre que se conserva, es que en los días de fiestas religiosas, las personas de las comunidades lleguen a danzar con una fabulosa riqueza cultural de raíces profundamente antiguas, de más de 1,000 años y que ahora disfrutamos integrados a nuestras expresiones actuales y que describen así una fusión sin igual.
Aunque existen diferencias tan marcadas, como se describen al inicio del párrafo anterior, a su vez también, existe una interacción tan cotidiana como se describe al final del mismo y la mejor manera de apreciarlo es vivir la experiencia directamente, no como una experiencia de un espectáculo montado, sino como una experiencia de integración de persona a persona, respetando los esquemas de creencias diferentes y entendiendo que la riqueza cultural con la que tendremos contacto no es producto de una banal producción escenográfica, sino que es producto de la orgullosa preservación de milenios de cultura… Te esperamos para vivir esta experiencia en los Pueblos Mágicos.
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