Si consideramos una media de 200 días de clases efectivas promedio en un año, con un cálculo muy burdo encontraremos que los estudiantes de primaria, secundaria, preparatoria y licenciatura estudian unas 1300 horas por año.
Cuando entrevistamos o platicamos con responsables de Recursos Humanos o Directores de organizaciones, nos dirán que otorgan entre 20 a 40 horas de capacitación por año. (Dato que he recabado en el último par de años) Y en algunos casos, las organizaciones instituciones pequeñas me han dado la respuesta de que no hay capacitación incluso en todo un año.
Surge entonces varias preguntas, la formación y el aprendizaje que obtenemos durante nuestra educación oficial, ¿Es suficiente para enfrentar los retos de años de trabajo? ¿Formarnos durante 16 años nos aporta suficiente información y capacidad para enfrentar los retos de 38 años de trabajo? (considerando una edad de retiro de 60 años y comenzando a trabajar a los 22) ¿Son suficientes 20 o 30 horas de actualización por año para mantener el crecimiento y mejora de los procesos de los sitios donde prestamos servicio?
Creo firmemente que la respuesta a todas estas preguntas es negativa. No es suficiente lo que aprendemos para enfrentar toda una vida, no son suficientes las horas que nos capacitamos al año para mantener el ritmo de desempeño que las organizaciones requieren actualmente.
Ya sea que necesitemos brindar un mejor servicio, optimizar el uso de un presupuesto, resolver una problemática social, crecer en cuanto número de beneficiarios, mejorar un proceso productivo o de servicio, aterrizar los planes estratégicos, o mejorar el trabajo que hacemos. Todos necesitamos de nuevos aprendizajes, de nueva información. Y lo necesitamos durante la época de vida, dónde es más necesario, el periodo laboral.
No malinterprete el lector que estoy diciendo que la educación básica no funciona, todo lo contrario, es un excelente cimiento para pensamiento básico y lógico que todo trabajador en cualquier ámbito donde se desempeñe requiere.
Lo que estoy planteando, es que las horas de capacitación y/o actualización que damos a las personas en todo un año, son insuficientes.
La brecha entre lo que una persona requiere de aprender se amplía incluso si consideramos las habilidades no técnicas que se requieren en la actualidad. Las personas suelen mencionar que se tiene mucho trabajo, que viven estresadas, que no les alcanza el tiempo, que los conflictos y discusiones en el trabajo están siempre presentes, que no pueden ponerse de acuerdo con sus compañeros, y muchos ejemplos más. Para resolver y contribuir a una mejor calidad de vida debemos entonces brindarles apoyo en una formación de lo que se le ha llamado habilidades suaves, como pueden ser comunicación efectiva o asertiva, trabajo en equipo, resolución de conflictos, establecimiento de objetivos, retroalimentación efectiva o feedback, y varios más.
La razón es que si consideramos que nuestra personalidad y carácter nos ha distinguido todo el tiempo, y llevan acompañándonos desde que nacimos, entonces un curso de formación, un taller, un acompañamiento de un coach durante un tiempo logrará muy poco en el cambio de habilidades suaves que necesitamos.
Todas las personas, en cualquier posición, en cualquier tipo de organización, tienen contacto con otras personas, por lo tanto, todas las habilidades suaves son necesarias para todos.
Además, si sumamos entonces la formación técnica en sistemas, procesos, nuevos procedimientos, o cambios que el entorno demanda, con más razón aún necesitamos de muchas más horas de formación al año, ¿El número exacto? No lo conozco, no creo tener información suficiente para responder esa pregunta, lo que sí tengo, es certeza de que se requiere mucho más tiempo de capacitación en todas partes.
Ante todo esto tengo buenas noticias, las necesidades de formación de las personas no necesariamente deben suplirse con la capacitación tradicional que conocemos, y por supuesto, también te invito lector, a que no solo consideres que la capacitación debe venir de la organización, nosotros mismos también podemos buscar la capacitación que requerimos por nuestra cuenta, y si es posible cubrir un proceso de formación con nuestros recursos. No debemos verlo como un gasto, es muy mencionado, ya que es una de las mejores inversiones que podemos hacer.
Regresando al punto, la formación podemos obtenerla de múltiples medios muy económicos y algunos gratuitos. Para capacitarnos, recomiendo que siempre tengamos presente que cuánto menor sea el monto de inversión monetaria en un proceso o medio de formación, mayor será la disciplina que debemos aportar para lograr un verdadero aprendizaje.
Dos lugares para obtener formación a bajo costo recomiendo, los libros y los videos en internet.
Libros
Aunque parezca obvio quiero resaltar este punto. Si algo queremos aprender, es muy probable que alguien ya lo haya investigado y haya publicado un libro. En lo personal, he estudiado un par de diplomados en instituciones educativas de renombre, y he podido constatar que he aprendido más en libros que en dichos programas. Y es que esto se debe a que los creadores de métodos, teorías o autores, son expertos en un determinado tema, en un libro estamos obteniendo el conocimiento prácticamente directo de la fuente. Solo requerimos mucha disciplina, te recomiendo leer un poco cada día, solo unos minutos; hacerlo en un lugar tranquilo y créeme, sin música de fondo; realizar notas en el libro o en una libreta a mano, es muy importante que sea a mano, sobre lo importante que leíste ese día; si no hay nada que consideres importante está bien, no siempre debemos impactarnos con la lectura; conversa con alguien de lo que vas leyendo, ya sea cada día, o a la semana, puedes pedirle apoyo a tu pareja; al finalizar un libro revisa y repasa tus apuntes, y vuelvelos a discutir o conversar con alguien. Así, el aprendizaje que obtengas será más enriquecedor.
Videos en internet
No solo en plataformas como YouTube se encuentran videos para aprendizaje, incluso en redes sociales como Facebook, Instagram e incluso TikTok se obtienen enseñanzas. Una vez más, debemos ser muy disciplinados para saber qué buscar y no distraernos.
Personalmente, he aprendido cómo instalar un equipo de audio, cómo desarmar y resolver un problema de mi auto, sobre plomería, arquitectura, cocina, a formular en Excel, a crear un presupuesto, la aplicación de herramientas específicas del ámbito de producción, y sobre todo a mejorar mi nivel de inglés con solo ver videos en todas estas plataformas. Y lo mejor de todo, ¡todas son gratis!
Te recomiendo solo dedicar 10 a 20 minutos al día viendo algo que te represente aprendizaje; ten mucho cuidado de no distraerte con todo lo demás que encontrarás como anuncios o sugerencias; busca seguir o suscribirte al contenido de perfiles que demuestran saber de lo que hablan; evita el seguir o ver a influencers; por último, comparte este conocimiento con los que te rodean.
Estas últimas recomendaciones para mejorar el aprendizaje que tenemos como adultos van enfocadas al ámbito individual, a ti que estás leyendo esto. Pero debe tenerse cuidado con utilizar estos medios en una organización, no podemos permitirnos recomendar que estén consultando su teléfono durante horas de trabajo con este argumento, existe el riesgo de hacer más improductiva a la gente.
Sin embargo, si eres director, jefe, encargado o desempeñas un cargo con gente a tu cargo, es momento de comenzar a actuar en brindar más y mejor formación a nuestro personal, esto nunca será un gasto, la gente trabajará más eficiente, con menos presión, más ágil, resolverán problemas por ellos mismos y sin duda, eso repercutirá en un mejor servicio y desarrollo de la sociedad y mayor libertar a nosotros como jefes de poder enfocar nuestra energía en más y mejores formas de trabajo.
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