Fui formado profesionalmente en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo como Licenciado en Derecho y, posteriormente en la Escuela Judicial del Poder Judicial del Estado de Hidalgo con la Maestría en Proceso Penal Acusatorio y Juicios Orales de la que estoy en proceso de obtención del grado; así mismo cuento con diversos diplomados en el Tec de Monterrey, la UNAM, la Universidad Anáhuac y la Escuela de Gobierno Municipal.
Mi desempeño ha transcurrido por diversos espacios en los Poderes del Estado y niveles de gobierno, sin embargo, ha sido el ámbito municipal en donde los rezagos importantes en temas sustantivos como la reglamentación municipal, la planeación estratégica de la ciudad, la defensa especializada en asuntos jurisdiccionales contenciosos o asesoramiento adecuado en los que no lo son; la interacción políticamente sesgada entre las personas integrantes de los Ayuntamientos, y entre el órgano de gobierno y las administraciones estatales; la intervención excesiva de los congresos locales en la vida normativa de los municipios; la poca generación de mecanismos de gobierno abierto, electrónico o de mejora regulatoria así como, la ausencia de mecanismos de defensa jurídica de contramayorías; me impulsaron a buscar incidir en estos aspectos a través de mi formación en las disciplinas jurídicas, y que en los ámbitos académicos y doctrinales exista un desarrollo mucho más amplio y sólido de esta materia en la que interactúa el derecho constitucional con el administrativo, laboral, civil, penal, electoral entre otras.
El Estado en general, los gobiernos (de todos y cualquier nivel) en particular y, las leyes en lo especial, tienen como objeto de su actividad a los seres humanos y, como finalidad, el que las personas puedan interactuar organizada y armónicamente entre sí, con las instituciones públicas que los representan, pero también fungen como catalizador de la vida digna, por lo tanto, quienes se desempeñan como servidores y servidoras públicas deben estar conscientes de ello y ejercer con responsabilidad tan importante función.
A través de mi actividad como abogado y asesor de ayuntamientos he promovido la profesionalización en el ejercicio de sus atribuciones, concientizar a quienes forman parte de la administración pública municipal que su labor no empieza y termina con un horario o con un periodo de gobierno sino que, a partir del ejercicio de sus funciones tienen la posibilidad de generar mejores gobiernos, condiciones de desarrollo para sus municipios y, en definitiva mejores lugares y espacios para vivir con dignidad. En resumen, pretendo que la política, aunque necesaria, no opaque al derecho, sino que sean un binomio equilibrado en el gobierno municipal.
Durante años, a través de juicios ganados en diferentes materias jurídicas, la preparación académica continua en importantes y prestigiosas instituciones educativas, la experiencia en el servicio público y la relación paralela con al ámbito político, han servido para desarrollar proyectos y, modelos normativos reglamentarios que a su vez han sido puestos a prueba en otros tantos asuntos contenciosos y fueron exitosos en cuanto a que su contenido resultó de utilidad para resolver las controversias planteadas. Esto ocurre a partir de la utilización de reglas y principios provenientes del parámetro de regularidad constitucional, la agenda 2030, las comunidades con pueblos indígenas, la perspectiva e igualdad de género, la innovación gubernamental, la simplificación de procesos, la mejora regulatoria o los parámetros de interacción administrativa con el Estado previstos en la ley orgánica municipal, desde luego pasando por la técnica reglamentaria, atendiendo principios de evaluación constitucional y legal así como, criterios como la inserción normativa, el impacto regulatorio, la precisión o la puntualidad.
En cuanto a los avances por política pública, considero que deben analizarse caso por caso; sin embargo, me atrevería a señalar como elementos importantes de la política pública, la inclusión, la participación ciudadana, la perspectiva e igualdad de género, la innovación, el gobierno electrónico y la mejora regulatoria.
Como principal problema considero que se encuentra la ausencia generalizada de un servicio de carrera que profesionalice a quienes se desempeñan laboralmente en la administración pública municipal, la ausencia recaudatoria propia derivada de consideraciones y motivaciones políticas que merman las posibilidades presupuestales; destacadamente la ausencia de reglamentación municipal que genera actos de autoridad carentes o indebidamente fundamentados y/o motivados, lo que a su vez ocasiona que se pierdan juicios o tengan que realizarse pagos innecesarios, todo lo anterior genera el ambiente propicio para actos de corrupción.
Nuestra intervención en los municipios consiste principalmente en la reglamentación y los asuntos contenciosos, nos hemos centrado en la tríada reglamentaria municipal, esto es, Bando de Policía y Gobierno, Reglamento de Organización y Procedimientos Interiores así como, el Reglamento de la Administración Pública; incorporamos elementos no tradicionales, como el desarrollo de las sesiones del órgano de gobierno, de sus Comisiones, el trámite para la generación reglamentaria, la gaceta electrónica municipal, la disciplina de integrantes del órgano de gobierno, sus mecanismos de interacción con el Estado y la Federación; la perspectiva de género en la integración de Comisiones o el procedimiento para revocación de Acuerdos del Ayuntamiento. Respecto al Bando de Policía y Gobierno se incorporan los principios de la agenda 2030, la planeación estratégica de la ciudad y la justicia cotidiana. Hemos implementado mecanismos de prevención de litigios en la contratación, y regularizado situaciones laborales de elementos de policía e incorporado la participación ciudadana en los procedimientos de adquisiciones de bienes y servicios; en municipios que tienen comunidades con población indígena, a regulación para la inclusión de representantes indígenas y prevención de litigios por violación a los derechos político electorales en su vertiente ejercicio del cargo y estrategias de mejora recaudatoria.
El asunto del endeudamiento no es sencillo de resolver, está relacionada con poca disciplina financiera y económica, mala planeación presupuestal y de ingresos, compromisos generados en otras administraciones, reducción de participaciones y fondos federales o estatales, así como una deficiente recaudación y generación de ingresos propios, sin duda se transforma en un problema estructural cuando esta no es adecuadamente planeada e instrumentada y tendría que atenderse caso por caso.
Como lo he mencionado, la recaudación propia es deficiente por distintos factores; desde la ausencia de estrategias adecuadas para incentivar a los/as contribuyentes, pasando por áreas de catastro que no cuentan con un padrón completo y vigente de los predios, la inexistencia de organismos operadores de agua, catálogo deficiente de servicios a particulares por las direcciones o secretarías de obras públicas o bien, que ante la imposibilidad de los municipios para prestar determinados servicios, el Estado asume esta actividad reduciendo los ingresos de aquellos, peor aún, cuando los Estados en franca violación a las atribuciones constitucionales y exclusivas municipales deciden en sus leyes estatales restringirles la prestación de servicios a su cargo sin que aquellos promuevan los mecanismos de control constitucional que les reconozcan tales facultades; pero tampoco puede soslayarse que la corrección de esta problemática pasa también por consideraciones políticas que en muchas ocasiones evita la regularización de trámites y procedimientos bajo la idea que puede afectar las carreras políticas, anteponiendo este elemento al del desarrollo municipal, sin dejar de mencionar que todas las irregularidades señaladas propician espacios para la opacidad y la corrupción.
Me encuentro colaborando en el desarrollo normativo para la creación de un organismo público desconcentrado que integrará en el Estado de Hidalgo la política pública y la estrategia única local en materia de innovación, gobierno digital y mejora regulatoria, la cual pondrá al Estado en la vanguardia de los procesos de creación normativa armonizados y suficientemente concentrados para evitar la dispersión reguladora y la simplificación de trámites administrativos.
Señala José Saramago en “El Viaje del Elefante” que “elogio en boca propia es vituperio” por ello preferiría señalar algunas frases propias que considero podrían definirme en términos profesionales:
- Saber quién eres, qué quieres y a quién amas, son elementos fundamentales del autoconocimiento, ese que es absolutamente indispensable para ejercer una profesión llena de matices como lo es la abogacía.
- Mi única causa es la de mis clientes.
- Tengo la convicción de que en la abogacía, tu firma es solo tinta, pero debes cuidar la que escribe tu nombre.
- El equilibrio es el resultado del orden que, sin el caos, es impensable.
- El carácter se expresa a través del autoconocimiento de lo que se es, y el poder que se tiene para decidir la templanza cuando lo más sencillo es la fuerza.
Mi tesoro más preciado es mi esposa y mi familia. Tengo una gran admiración por mi madre, mi esposa, mi padre (+), mis hermanos y mis amigos/as, pero también por grandes filósofos que han forjado mi modo de ver el mundo y la vida; Lao Tsé, Aristóteles, Sun Tzu, Yamamoto Tsunetomo, Immanuel Kant, Spinoza, Dostoievski, Tocqueville y José María Morelos y Pavón son algunos de ellos.
Formar parte de la revista Municipios de México es una enorme distinción por el prestigio y el compromiso que esta publicación ha tenido por mucho tiempo con los municipios de nuestro país y que, a través de ella se dan a conocer mejores prácticas, consejos útiles para presidentes y presidentas de ayuntamientos y de la misma manera se difunden herramientas y criterios de alto valor técnico para la solución de problemas y controversias que van desde lo cotidiano hasta aquello de alto impacto jurisdiccionalmente contencioso.
No espero algo de México en el futuro, sino que busco ser parte de lo que otros esperan de nuestro país en el futuro, este juego de palabras significa que, con mi actuar profesional y la injerencia de mi actividad en los municipios, quiero ser parte de la construcción de un mañana jurídico, político y social que nos enorgullezca y que nos haga ver hacia estos tiempos como la antesala de los que serán mejores y no de los que impidieron la grandeza de México. No se trata de lo que espero, sino de lo que hago, y de lo que hacemos para formar parte de una historia digna para las generaciones que se forman en una actualidad que les parece cada vez más incómoda, esta que también puede ser vanguardia sin menospreciar el pasado, sin analizar a nuestros antepasados con los parámetros de la modernidad que quizá también le sería incómoda pero que, sin duda, ayudaron a construir en libertad, con la fuerza de un pueblo grande y noble en el que nuestro futuro lo construimos un día a la vez.