Por: Alejandro Ortega García

La Fiscalía de Morelos, parece un queso Gruyere, haciendo una analogía, ya que en su actuación, deja huecos, preguntas sin resolver sobre sus investigaciones más relevantes, el titular de la Fiscalía es el Mtro. Uriel Carmona Gándara, quien ha tenido casos en los que se ha visto ineficiencia de la Fiscalía y sobre todo indiferencia y falta de profesionalismo al realizar sus funciones.

Para ejemplo, nombraré algunos casos, como fue el del Linchamiento del ciudadano colombiano Ricardo Alonso Lozano Rivas, a quien la Fiscalía tuvo oportunidad de salvar mediante los mandatos necesarios para evitar su linchamiento y, sin embargo, dejaron que perdiera la vida, para después, la Fiscalía revictimizar a los familiares, diciendo que era un prestamista de gota a gota, cuestión que no está probada y, que aun de ser eso cierto, eso no libraba a la autoridad de evitar su muerte o sancionar a los responsables, pero al día de hoy, brilla por su ausencia el castigo de los responsables del delito. Otro caso parecido, es el asesinato de Enrique Manuel Lozano y José Luis Jaime Vital, los cuales también fueron linchados sin intervención de la autoridad y de los cuales, sus asesinos no han sido condenados.

Muy grave también, es el asunto de Samir Flores Soberanes, importante activista Náhuatl y naturalista que peleaba por la protección y conservación de la flora y fauna del estado de Morelos, quien después de ser asesinado no hay responsable y la investigación de su homicidio ha sido morosa, y con una investigación parcial, que deja líneas abiertas de investigación sin llevar a cabo, que nos obligan a hacernos la pregunta de, si la Fiscalía está protegiendo a alguien en este asunto, también en el homicidio de la diputada Gabriela Marín se ha visto opacidad, no se han desahogado líneas de investigación y florecen en estos asuntos la indiferencia para castigar a los responsables de estos homicidios de personas enfocados en el bienestar de sus comunidades. 

En algunas zonas, parece que la Fiscalía permite que la delincuencia organizada imponga su autoridad, sin consecuencia alguna, tal es el caso de las inmediaciones del centro Emiliano Zapata, donde al parecer, el grupo que cobra piso, tienen impunidad y puede ir asesinando a quien no acate su imperio sobre esta zona, algunos de los casos son el Bar Bocacho y Bar el Barcito, además de muchos otros casos de extorsión y robo. Se pueden ver casos en que no se han detenido a los culpables a pesar de estar plenamente ubicados, como es el caso del homicidio de Margarita Ceceña o el asesinato del alcalde de yecapixtla, casos en los que las investigaciones son pausadas, retrasando la administración de la justicia.

Aunque para conocer mejor, el obscuro agujero de esta Fiscalía, sería necesario remontarnos a uno de los casos más controversiales, que es el del asesinato del empresario Juan Manuel Bejarano, donde la Fiscalía quiso culpar a Cuauhtémoc Blanco del asesinato del empresario y a donde salió inclusive el padre del fallecido a desmentir el actuar de la Fiscalía y como se estaban conduciendo con ilegalidad para culpar a alguien que no tuvo nada que ver y perjudicar las investigaciones y la verdadera administración de justicia.

Ahora tenemos como el hueco más grande y apestoso de este Queso Gruyere que figura en la Fiscalía de Morelos; el “feminicidio” de Ariadna López, que empezó con una reunión en el Fisher´s de la Cibeles, en la Ciudad de México, para después trasladarse al departamento de Rautel N, donde este, su pareja Vanessa N y otros sujetos se dirigieron, luego en la madrugada, se puede ver a Rautel N, cargando el cuerpo de Ariadna, el cual empieza a mostrar signos de rigor mortis, cuerpo que fue lanzado en Tepoztlán, se presume que tuvo pláticas con personal de la Fiscalía, para tirar el cuerpo y los peritos de la Fiscalía, no reportaron las lesiones en la cabeza y en las muñecas, violentando leyes, reglamentos y sobre todo el Protocolo para la Investigación del delito de Feminicidio para la Fiscalía del Estado de Morelos, que establece como tratar las pruebas en un posible caso de Feminicidio; inclusive, el Protocolo a la letra dice “El cadáver de las víctimas abandonados, expuestos o arrojados en un lugar público reflejan la transgresión de los escenarios públicos por parte de los asesinos ante la permisividad del Estado,” sin embargo y haciendo caso omiso a las lesiones en la cabeza y en sus extremidades, además del hecho que fue arrojado el cuerpo, el Fiscal en contra de la normatividad y apresuradamente salió a decir que: el cuerpo no tenía ninguna lesión y que había muerto por broncoaspiración, y que no encontraron huellas de violencia (aunque después se desdiría, diciendo que él se refería a huellas de violencia que ocasionaran la muerte), además intentaron llevarse los videos del edificio sin oficio (lo que levanta suspicacia si era para destruirlos), y por si fuera poco, mantienen la narración y, se niega el Fiscal a dejar el cargo, a pesar de que la mentira fuera destapada por la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México Claudia Sheinbaum, y en esta Fiscalía tanto Vanessa N, como Rautel N ya hayan sido vinculados a proceso.

Como diría la célebre cantante estadounidense Joan Báez “Si no peleas para acabar con la corrupción y la podredumbre, acabarás formando parte de ella”, por lo que desde este escritorio nos unimos a los movimientos feministas y manifestaciones que se han dado contra el actuar de la Fiscalía, porque “la Fiscalía” apesta a queso Gruyere podrido.

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