Por: Arturo Cruz Cabrera
“El cerebro no es un vaso por llenar, sino una lámpara por encender”.
Plutarco
Nelson Mandela decía que la educación es el arma más poderosa que se puede usar para cambiar el mundo. El problema ocurre cuando no se tienen las mismas oportunidades para acceder a ella. Si bien creemos que la educación es la llave del futuro, es necesario reconocer que no todos cuentan con las mismas oportunidades.
La educación como derecho debe llegar al conjunto de la ciudadanía y hacerlo a lo largo de toda la vida, puesto que en ella se solidifican varios pilares desde el conocimiento hasta los valores.
De acuerdo con la página oficial del gobierno federal, un municipio es la entidad político-jurídica en que se dividen los estados, está integrado por una población asentada en un espacio geográfico, con normas jurídicas propias y un órgano de gobierno que es el ayuntamiento.
Ahora bien, para que un municipio progrese, es necesario que cuente con un índice de aprendizaje alto, desde las infancias hasta los adultos mayores; la educación, cabe señalar, no debe acabar en cierto grado escolar, la educación debe ser un hábito que secunde al fortalecimiento de la sociedad.
Es por eso que los municipios deben tener como prioridad crear políticas a favor de la educación gratuita y de calidad, además de implementar programas que animen a la población a continuar con sus estudios de forma autodidacta y principalmente a terminar con ellos en dado caso de quedar en rezago.
Pensemos en las problemáticas que enfrenta un municipio: crecimiento anárquico de los asentamientos urbanos, progresiva inseguridad pública, descoordinación intergubernamental, insuficiencia en los servicios públicos, contaminación del suelo, aire y agua, entre muchos otros factores.
¿Por dónde empezar ante tales circunstancias? Lo ideal y primordial es optar por la consulta ciudadana, nada como examinar para obtener respuestas y desde esa lógica comenzar a trabajar. Independientemente de lo que se arroje en la consulta deben destacar proyectos o iniciativas a favor de la educación.
Y aunque parezca que esto es innegable, en algunas ocasiones los intereses individuales de ciertos representantes municipales nublan las causas que deben ser siempre un punto de atención, en este caso la educación, y es que:
“La educación es uno de los factores que más influye en el avance y progreso de personas y sociedades. Además de proveer conocimientos, la educación enriquece la cultura, el espíritu, los valores y todo aquello que nos caracteriza como seres humanos. La educación es necesaria en todos los sentidos”.
Una estrategia para mejorar las condiciones educativas de un municipio es, como lo mencioné con anterioridad, contar con la participación de toda la población, contar con su visión y su voluntad de análisis en el sentido de mencionar los aciertos y las desventajas que han localizado en la educación de sus hijos, nietos, sobrinos, vecinos, etc.
No debemos olvidar que en el Artículo 23 se les concede (a los municipios) la facultad de solicitar a la Secretaría de Educación Pública (SEP) actualizaciones y modificaciones en los planes y programas de estudio para que se ajusten a sus contextos locales y regionales.
Si tenemos esto en cuenta, podemos actuar en beneficio de un sector. Por ejemplo, si en nuestro municipio lo que afecta a la mayoría de la población es la escasez de agua, podemos vincular el tema con el aprendizaje en las escuelas y desde ahí trabajar en soluciones.
Del mismo modo, crear o proponer una carrera que se especialice en el tema para que nuestros propios estudiantes se involucren y a su vez colaboren para el beneficio de la población.
Además, esta estrategia no se sale de ningún margen, puesto que la SEP está en toda la disposición de colaborar, inclusive los pobladores suelen tener participación activa cuando hablamos de esta clase de temas.
La misión de los representantes de un municipio es escuchar y poner en acción toda clase de prácticas que contribuyan al desarrollo y progreso de la sociedad. Es una tarea que no suele ser fácil, pero sí fructífera una vez que se obtienen resultados.
“La educación no cambia al mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo”.