Por: Sergio Alberto Morales Zaldivar
En México, sin duda, las remesas representan una significativa aportación a la economía nacional, principalmente por el ingreso de dólares proveniente del esfuerzo y el trabajo de mexicanos en Estados Unidos, las remesas o mejor conocidas en general como, los envíos de dinero de aquellos individuos que trabajan en un país diferente a su país de origen.
En plena crisis por al aumento acelerado de la inflación y últimamente el muy común aumento de las tasas de interés, sumando a la crisis mundial sanitaria, la entrada de remesas al país sigue rompiendo récords, según el Banco de México en septiembre del 2022, la cantidad ascendió a 5 mil 31 millones de dólares aumentando un 14.1 % con respecto al año anterior y logrando 5 meses consecutivos superando los 5 mil millones de dólares ingresados al país por parte de connacionales.
Cabe mencionar que el 99 % del total de ingresos por remesas se realizó mediante transferencias electrónicas, perdiendo la batalla la modalidad en efectivo o money orders.
El crecimiento acelerado de las remesas en México durante la pandemia de Covid 19 se debe principalmente a dos factores muy importantes:
El primero se debe a que muchos trabajadores mexicanos en Estados Unidos tuvieron la oportunidad de ser acreedores a estímulos o programas gubernamentales americanos; y el segundo factor fue cuando comenzó la reactivación económica que permitió que un mayor número de personas pudiera encontrar empleo.
Los estados más beneficiados
Es de suma importancia conocer cómo se dividen estos ingresos a lo largo y ancho del país para poder comprender el impacto económico de estos recursos y a su vez, el impacto social y familiar de quienes se ven positivamente afectados.
Los estados que mayor dinero reciben por concepto de remesas son: Jalisco, Michoacán, Guanajuato, Oaxaca y la zona metropolitana.
De hecho, en el primer semestre del año en curso, Jalisco lideró al país como el estado que más ingresos percibió por este concepto, recaudando 2 mil 620 millones dólares por delante de Michoacán y Guanajuato, que están en el top tres a nivel nacional.
El impacto a la economía mexicana
El mismo Gobierno Federal ha catalogado a las remesas como una “bendición” para la economía mexicana y es que, ante el panorama económico nada favorable para el país, las remesas se han convertido en un equilibrador económico y que ha sido una de las claves para fortalecer a la misma moneda mexicana.
Incluso, las remesas han sido un factor determinante para la recuperación de algunas actividades económicas nacionales, pero principalmente para el consumo nacional.
Las remesas dependen del mercado laboral de Estados Unidos enteramente y no se pueden considerar como un logro de la economía mexicana, ya que son recursos ganados por individuos que se vieron en la necesidad de salir a buscar oportunidades que en su país de origen no encontraron.
Para muchas familias mexicanas, las remesas que reciben representan la mayor parte de los ingresos para cubrir con gastos básicos de vivienda y alimentación.
Y también no se pueden considerar un logro de la economía mexicana debido a las condiciones en las que se da el flujo migratorio mexicano y las muy malas condiciones laborales nacionales.
Las remesas a futuro
Si bien, estos ingresos han sido y son fundamentales hoy en la economía nacional, a largo plazo no mejoran la perspectiva económica, ya que la mayoría de las remesas es utilizada para consumo personal o familiar.
La realidad es que conforme avance el tiempo veremos cada vez más un mayor flujo migratorio hacia los Estados Unidos en busca del famoso “sueño americano” y por consecuencia, mayores ingresos de remesas.
La limitante comienza cuando se les da la utilidad a esos recursos, es decir, en qué se está aprovechando el trabajo y el esfuerzo de aquellos individuos que salieron del país en busca de una mejor calidad de vida.
Desafortunadamente, México continuará siendo un país con una alta pobreza laboral y en el contexto de las remesas, hay una gran área de oportunidad para educar, crear campañas que fomenten el ahorro, el emprendimiento o las inversiones que estén “financiados” por las remesas.
Es importante fortalecer a la sociedad con ideas fundamentadas en que los recursos económicos ganados en otro país y que llegan a México en forma de remesas, les permitan a las personas poder mejorar no solo su presente inmediato, sino también su futuro a mediano y largo plazo.
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