POR: RUBÉN DARÍO MERCHANT UBALDO

Desde tiempo atrás, ha existido una preocupación constante en los distintos órdenes de gobierno para mejorar el servicio público, es por ello, que se han implementado modelos para lograrlo como la carrera administrativa o servicio civil de carrera, empero, no se han logrado los resultados esperados. Países como Francia, Inglaterra y Alemania tradicionalmente han aportado mucho en temas como la buena gobernanza o mejorar la administración pública, pero sobre todo, en lo honorífico que representa ser un servidor público.

En cierta ocasión, reflexioné en el sentido de advertir, si es más factible que el gobierno le aprenda a la iniciativa privada, o viceversa, ya que en ambos sectores se manejan intereses de distinta naturaleza. Lo cierto es que, para lograr que la ciudadanía perciba un cambio significativo en la burocracia, se debe profesionalizar al capital humano en los siguientes aspectos:


A. Selección adecuada del personal. Para contar con servidores públicos idóneos, es prioritario que el área de desarrollo de personal, realice una adecuada e integral selección acorde a la experiencia, capacidad, conocimiento, interés, actitud, aptitud y trayectoria de los aspirantes, por medio de exámenes, entrevistas y demás técnicas aplicables. Cabe resaltar que el nepotismo, clientelismo, compadrazgo, prebenda o lo que se conoce comúnmente como personal aviador, representa un retroceso en la administración pública, y peor aún, cuando se advierten ciertos delitos.


B. Sentido de responsabilidad y pertenencia. En realidad son pocas las dependencias gubernamentales, que al ingreso y permanencia de los trabajadores, les hacen tomar conciencia de la importancia de contar con un sentido de responsabilidad y la identidad que deben de guardar en comunión con la filosofía de la dependencia, como son la misión, visión y valores.


C. Meritocracia y oportunidad de ascenso. Si algo agradece la administración pública en distintos puestos, es la aplicación de un sistema de meritocracia, que implica tópicos como conocimiento, experiencia, capacidad, valores, logros y resultados, así como arduos exámenes o convocatorias para ocupar un cargo público. En forma complementaria, es pertinente que se le permita al servidor público, seguir escalando dentro de la organización conforme a los aspectos mencionados.


D. Actualización y capacitación. La administración pública evoluciona de manera constante, debido a las diversas reformas, adecuaciones o ajustes en el desarrollo de las instituciones. Consecuentemente, los servidores públicos requieren estar al día en diversos temas inherentes a su actividad, y que mejor a través de la capacitación constante.


E. Dotación de herramientas de trabajo. Para que un servidor público realice satisfactoriamente sus funciones, es prioritario dotarlo de sus herramientas de trabajo, estas pueden ser desde las básicas hasta las más sofisticadas y que requieren de un caudal de conocimientos adquiridos.


F. Actitud positiva. Una buena actitud en el desarrollo de actividades de los servidores públicos, produce efectos positivos en las distintas entidades del gobierno. Siempre he apostado más por colaboradores con actitud de servicio, que aquellos con un amplio conocimiento.


G. Líderes en lugar de jefes. Regularmente en el gobierno se instituye el término de “jefes” y no así de “líderes”, ello es visible en el catálogo o profesiograma de cargos públicos. Cabe resaltar, que el liderazgo se gana y se debe al reconocimiento de los demás, máxime que el líder está en capacitación y aprendizaje constante.


H. Derechos Humanos. Recientemente, se habla de la “buena administración pública”, como un derecho humano, concomitantemente, los servidores públicos al ser parte del sistema, tienen el deber de conocer de facto los derechos fundamentales, para respetarlos y hacerlos valer.


I. Transparencia, ética y valores. Cuando los funcionarios públicos son transparentes en su gestión, logran
mayor credibilidad por parte de los gobernados. Aunado a ello, se deben agregar aspectos éticos, valores y políticas de cero corrupción.


J. Salarios justos y acicates. Es muy probable que con servidores públicos bien pagados, se refleje en la afable prestación del servicio, empero, habrá trabajadores que prefieran algún acicate por su excelente desempeño, como días de descanso familiares, reconocimiento público o en privado.


K. Innovación. Si todos los servidores públicos hicieran lo que les corresponde, tendríamos otro tipo de administración pública; empero, si los servidores públicos realizarán más allá de lo que tienen encomendado, se lograría un servicio público de primer nivel, esto último, guarda relación con la innovación, creatividad y talento.


L. Buen trato a la ciudadanía. Algo que adolecen las instituciones del Estado, es el buen trato a la ciudadanía, e incluso, habrá dependencias del gobierno con una notable infraestructura y suficiente personal, pero con un déficit en la atención brindada. De entrada, una sonrisa y amabilidad, son suficientes para abrir los canales de comunicación entre el servidor público y los usuarios.


En conclusión, la profesionalización significa la preparación antes y durante el desempeño del servidor público, para que cuente con las herramientas necesarias y actuar con el mayor nivel de eficiencia, eficacia y efectividad, es decir, es la directriz que permite hacer una diferenciación entre la política y la administración pública. Por tanto, a la profesionalización se le debe dar el valor necesario para dignificar el servicio público y estar a la vanguardia como los países de primer mundo.

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