México se ha estancado durante los últimos cuatro años en la productividad relacionada con su producción de maíz, el grano que más consume, pero en el que no permite la biotecnología ni brinda apoyos suficientes, más allá de los destinados al fertilizante y los programas asistencialistas.

El rendimiento promedio mundial de maíz es 5.9 toneladas métricas por hectárea (t/h), mientras que el de México alcanzó solo 3.84 t/h en 2021, casi 35% por debajo.

De 2018 a 2021, el rendimiento promedio de México pasó de 3.75 a 3.84 t/h, un crecimiento de sólo 2.4%, de acuerdo con Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).

Muchas políticas hacia la producción de maíz en México tienen cierto grado de sinsentido: el gobierno impulsa la autosuficiencia en este grano, pero no permite el uso de la biotecnología, que aplican los grandes productores mundiales como Brasil, Estados Unidos y Argentina.